17 de diciembre de 2017. Cabezas cabizbajas, hombros encogidos y pulsaciones que empiezan a decrecer. La heroica no ha sido posible. Después de luchar siempre a la sombra del grande, alcanzar la copa parecía un sueño más que una realidad. Pero aun así, la victoria estuvo muy cerca. Ante un equipo con el futuro puesto en otro lugar y sin jugarse nada en absoluto. En lo que sería, para ellos, un broche de oro a una etapa casi perfecta. Pero para el protagonista de esta historia solo habría dos palabras: impotencia y ambición.
¡Oh capitán, mi capitán!
MAD Lions comenzó 2018 con la marca de un novato pero las manos de un veterano. Unos pocos meses antes, en el verano anterior, la organización arrebató a ThunderX3 Baskonia su eje más importante: Jorge “Werlyb” Casanovas, Luis “Falco” Pérez y Alvar “Araneae” Martín. Los tres españoles que en primavera habían conseguido el título para la organización vitoriana, la cual poco después dejaría su disciplina de League of Legends, no estaban solos. Cuando Oskar “SelfMade” Boderek llegó a Baskonia tras el fracaso en el Clasificatorio a Challenger Series, todo cambió.
El jungla polaco fue una auténtica revolución en la escena española. Aunque en los últimos dos años, aproximadamente desde aquella Final Cup de los «GAMERS» de G2 Vodafone, se habían sucedido muchísimos extranjeros en la región, casi todos venían con un caché previo o muy buenas actuaciones en otras competiciones nacionales. Oskar era conocido en Polonia, sí, pero ni mucho menos tenía el bagaje de las superestrellas fallidas de ASUS ROG Army o la comunidad de los portugueses en Giants Only The Brave y KIYF Logitech.
Pero ese grupo tenía dos incógnitas: la calle central y la inferior. Con la perspectiva de que ganar al todopoderoso Giants, el cual ya tenía materializado su ascenso a League Championship Series, era casi imposible, MAD Lions tenía que buscar algo diferente. Podía apostar por jóvenes promesas, sí, pero por mucho que el contrincante fuera superior no competir con él ni se planteaba.
Digamos que… no salió del todo bien. Al principio, MAD Lions sufrió bastante porque la vuelta de Guillermo “Sou” Velasco no duró mucho tiempo y ni el polaco Karol “Konektiv” Wojciechowski ni el checo Marek “Humanoid” Brázda habían funcionado internamente. Araneae quería gente sólida que jugara en esa Gaming House de las afueras de Madrid, pero que a su vez fuera una promesa a la que poder moldear de cara al futuro. Vamos, Araneae lo quería todo.
Y lo consiguió. Aunque Jesper “Jeskla” Klarin como tirador tuvo una mala actuación en la final presencial, la cual le puso el castigo por la comunidad de fallar en los momentos importantes, el joven danés mostraba una agresividad pasmosa (que finalmente le ha llevado a LEC con exceL tras irse al rival Movistar Riders). Jeskla era conocido en cierta manera. Había brillado en Alemania e incluso su debut se hizo varios años antes en un Ragnarök nórdico desde la calle superior (la competición abierta regional para Suecia, Dinamarca, Noruega, Finlandia e Islandia).
Pero en la calle central, la apuesta fue de nuevo por un total desconocido como lo eran Humanoid y Konektiv de aquellas (en su cierta medida). El niño que sobrevivió a aquella final contra Giants, con una mente fría y un temple inhumanos para un debutante que todavía no podía llegar a la universidad por edad. El chaval que impresionaba partido tras partido y todo el mundo se preguntaba de dónde había salido. Tim “Nemesis” Lipotsvek.
Todos los caminos conducen a Eslovenia
Enero de 2018. La competición comenzaba tarde con respecto a su pasado, debido a que por primera vez la liga se amoldaría a las temporadas de primavera y verano en el calendario tan clásicas del máximo nivel. La Gamergy de verano ya no sería una final, sino un evento descafeinado a nivel de deportes electrónicos en League of Legends, por lo que el único evento en primavera sería la gran final. Murcia sería la ciudad elegida.
Murcia es un lugar que a día de hoy se asocia mucho con aquella pareja de Sou y Falco que parecían ser los miembros de la calle inferior cuando el proyecto de MAD Lions se anunció en agosto. Al final solo quedó el apoyo, pero para él esta temporada iba a ser especial. Falco volvería a su tierra, en la que ya ahora es becado por la Universidad Católica de Murcia, para alzar un título más.
Su archienemigo, Movistar Riders. Con un proyecto con mayor dimensión en transmedia pero que en el ámbito competitivo no es capaz de conseguir ningún primer puesto en League of Legends. Con un poco más de vigencia en su existencia pero con un poco menos de veteranía en sus integrantes. Con quizás peores jugadores, pero con la ambición de juntar una plantilla de diez titulares intercambiables.
Su único cambio en la alineación titular fue la llegada de otro esloveno, Crownshot, para acompañar a Nemesis. El peso de la derrota contra Giants había recaído en Jeskla y el sueco acabaría en Movistar Riders. El trono había quedado vacío tras la salida del quinteto fabuloso en su mayoría ahora en Team Vitality y los dos conjuntos querían sentarse en él. Pero todo el mundo sabe que los reyes son herederos de sangre y ningún miembro de Movistar Riders había ganado con anterioridad una Final Cup.
MAD Lions instauró su dinastía de la noche al día. Primavera fue un auténtico destrozo, con una final en Murcia tan decantada que hasta daba coraje acercase al estadio a verla. Nemesis pasó de ser “un joven revolucionario” al líder indiscutible a nivel mecánico. Pero siempre callado, tranquilo, al contrario que un Werlyb granadino que no se puede callar ni cuando suena el telefonillo con unas pizzas que… al final fueron la única derrota de los leones en aquella época.
Con el anuncio peor gestionado de la historia, Riot Games cerró Challenger Series. Esto provocó que MAD Lions no podía tener la ambición de subir al máximo nivel por méritos deportivos. Pero a cambio, la desarrolladora creó European Masters, una competición de segundo escalón destinada a nombrar al mejor equipo de Europa fuera de su propio circuito. En el despropósito de gestión también se vio obligada a tener un clasificatorio abierto que no sirvió para nada y otorgar a los antiguos poseedores de plazas en Challenger Series una compensación con un hueco en el torneo.
Así fue como a MAD Lions le surgió su primer reto de verdad desde Giants. Origen, la organización más querida de la historia española pasada (pasada, me reitero), competiría con un grupo de estrellas de talla mundial y algunos que se creían retirados. Kim “Expect” Dae-han, inSec, Martin “Froggen” Hansen, Konstatinos “Forgiven” Napoleon-Tzortziou y Jesiz. Solo enfrentarse a ellos era un regalo venido del cielo.
MAD Lions no falló. Superó la fase de grupos y acabó con sus rivales en octavos y cuartos de final, poco a poco con un nivel que los ponía entre los favoritos. Pero Origen llegó en semifinales, una semifinal que supo a final. El pasado contra el presente y el futuro se vieron las caras en el Reino Unido. Una generación de jugadores que nunca se olvidará contra otra que será inolvidable. Pero una vez más solo había dos palabras: impotencia y ambición.
No existe victoria que no tenga tropiezos
Una de las fases más importantes de cualquier competidor es su tiempo de ocio. Su descanso, su desconexión, ser capaz de refrescar la mente para volver más fuerte. Pero a veces, factores externos impiden esta gestión. Algunos, ante esta situación, vociferan en redes sociales y se quejan al gestor. Lo típico, la culpa es del árbitro siempre. Y es probable que lo sea, pero, como diría Josh Waitzkin, “la clave está en hacer sandalias” cuando en el camino aparecen piedras.
MAD Lions vendió, a posteriori, que el fracaso en la fase regular y sus pésimas partidas que le llevaron a ser el cuarto entre ocho equipos en verano se debieron, en parte, a una gestión largoplacista del rendimiento de los jugadores. Tiene sentido: el equipo no tuvo casi nada de tiempo después de la semifinal en European Masters (escasa semana y media) para visitar a sus familiares. Es necesario recordar que Nemesis y Crownshot son eslovenos y que SelfMade es polaco.
Pero aun así, los hechos no se pueden negar. La ciencia se basa en axiomas para avanzar, el deporte usa los resultados como su vara de medir. La realidad es que MAD Lions se vio forzado a jugarse el todo con el todo contra un Movistar Riders que había realizado la misma actuación que MAD Lions en primavera: un barrido completo de la competición. A los jinetes, liberarse del peso de tener que gestionar diez jugadores les había beneficado bastante.
A pesar del contexto, al final MAD Lions consiguió en semifinales derrotar a su rival. La serie que más en aprietos a puesto a la organización sin contar a enemigos muy superiores como aquel Giants o el más reciente Origen. Impotencia y ambición habían pasado a ser las palabras de Movistar Riders, mientras que los leones, tras sufrir los meses más calurosos del año, solo entendían ya un término: liderazgo.
Con la fácil victoria frente a Vodafone Giants en la final de Superliga Orange en Bilbao, MAD Lions era el clarísimo favorito en este European Masters. Origen estaba fuera, Alemania dependía de unos veteranos en Euronics Gaming que aun así pudieron sacar un mapa a los leones, Francia no fue del todo o que se esperaba de ellos e Inglaterra estuvo inexistente. Polonia fue un auténtico fracaso. Solo MAD Lions, que no España, hizo honor a su nombre.
Tras la derrota más inverosímil y rápida de la historia de la organización contra el Panathinaikos griego, MAD Lions demostró por qué era el líder de la Europa que se había quedado fuera. Un líder solvente que vapuleó a Ninjas in Pyjamas en la final. En esta instancia, lo importante también es recordar de dónde venimos. Esta alineación de MAD Lions viene de ThunderX3 Baskonia y en los suecos había un jugador difícil de olvidar. XDSmiley, un viejo conocido para Werlyb y Falco, sería ese día el que se sentiría impotente en Katowice. La élite europea miraba a MAD Lions de cerca.
Un final con muchos comienzos
Cuando Liga de Videojuegos Profesional junto con Riot Games anunciaron la Iberian Cup, la verdad es que la comunidad no se sintió muy atraida. Más pendiente del Campeonato Mundial que de otra cosa, el público no tenía ojos para la escena española. Solo ASUS ROG Army parecía plantear alguno nuevo y KIYF quería demostrar que su mejoría el pasado verano le podía llevar a un título. Los clubes amateur eran los más beneficiados y Portugal… ni apareció.
Pero entre bastidores había algo que todo el mundo sabía pero que nadie quería aceptar. Con la gestión de un sistema de franquicias en el máximo nivel, esta era la última oportunidad para una organización de estar realmente entre los mejores de Europa. Movistar Riders, Giants y MAD Lions lucharon en sus candidaturas para intentar ser una de las elegidas. Parecía que los jinetes llegarían a pasar la tierra de nadie, pero al final murieron como todos en las trincheras.
Esto tenía dos consecuencias, entre otras: la primera, que el aficionado español no vería a nadie a quién apoyar. La segunda, que los jugadores de tanto nivel que habían preferido España a otras regiones nacionales no tenían ninguna razón ya para apostar por ciertas escuadras. Desde Werlyb hasta Falco, todos quieren crecer laboralmente y quedarse en MAD Lions (a pesar de las victorias) supondría frenar su progresión.
MAD Lions pudo aguantar la sangría de una inminente salida el pasado verano, pero no en esta ocasión. Hasta la fecha de esta pieza, solo Nemesis ha sido confirmado para Fnatic… pero no debería ser el último. Por lo tanto, esta Iberian Cup recuerda mucho a aquella Gamergy de hace un año. Los leones son conscientes de que sus jugadores se van a ir después de un año casi perfecto, pero aun así quieren ver jugar por última vez a sus ídolos.
Por ello, esta Iberian Cup ha tenido un sabor especial al final. Una competición que no importaba a nadie acabó por importar a todos. Marca el fin de una época, no solo para MAD Lions, sino también para toda la escena española. Se acabó la llegada masiva de extranjeros prometedores que convertían a España en la Meca del talento continental. Se acabó el dominio absoluto en European Masters. Los tiempos cambian, pero el honor, no, el honor no permanece.
2 de diciembre de 2018. Cabezas cabizbajas, hombros encogidos y pulsaciones que empiezan a decrecer. La heroica no ha sido posible. Después de luchar siempre a la sombra del grande, alcanzar la copa parecía un sueño más que una realidad. Pero aun así, la victoria estuvo muy cerca. Ante un equipo con el futuro puesto en otro lugar y sin jugarse nada en absoluto. En lo que sería, para ellos, un broche de oro a una etapa casi perfecta. Pero para el protagonista de la siguiente historia solo habrá dos palabras: impotencia y ambición.
Vodafone Giants…