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Aunque el League of Legends es un juego de equipo, la solo queue puede dejarte, digamos, aislado. Los malos hábitos se forman inesperadamente, sobre todo cuando – como muchos jugadores casuales – jugué durante años sin ningún tipo de voz autoritaria que me apuntase a mis bloqueos. Si ni siquiera sé cuales son mis malas tendencias, y menos aún si existen, no tengo la más mínima oportunidad en hacer nada para corregirlas.
Para solucionarlo, recibí dos sesiones de una hora de coaching del ex-entrenador de Fnatic Nicholas ‘NicoThePico’ Korsgård. Soy un main support que llegó a su límite en un nivel inferior de Plata, pero que nunca dedicó tanto tiempo al grind en ranked como hacen muchos jugadores.
En los esports modernos, entrenar a un jugador más allá de su skill mecánico y su conocimiento del juego, incluyendo su método mental y emocional a las distintas fases del partido, se ha convertido en algo más y más importante. Es algo que aprecio muchísimo ya que soy una persona que siente que llega un momento en el cual, después de 10 años jugando al League of Legends de forma intermitente, las manos no pueden hacer mucho más. Claramente, me faltaba algo. Aunque tenía pocas nociones de lo que necesitaba, sentía que sabía demasiado sobre el juego como para estar en un nivel tan bajo.
A pesar de las brechas en mi conocimiento de mis propios límites y mi capacidad de mejora, una de las cosas que sentía más era que necesitaba cambiar la forma en la que pensaba en el juego. Para empezar, Nico se familiarizó con mi pasado con el juego así como con quién soy como persona y como jugador. Esos hechos son muy importantes, pero lo que personalmente aprecié más de su coaching fue que, además de aprender cosas que antes no sabía, y que todo lo que hasta ahora había entendido se estaba viendo desafiado, también me sentía validad (incluso en mi bajo rango) en aquellas cosas que sí interpretaba correctamente en el juego.
Adentrándonos con bastante rapidez en el entrenamiento, aprecié la simplicidad de los principios que Nico me explicaba del juego.
Por ejemplo, él denominaba como “la sagrada trinidad” de League of Legends al principio básico de evaluar el estado de la partida y de centrar tus objetivos en la partida: Presión, control de visión, y gestión del tiempo. Como un jugador support con mucha más responsabilidad de macro que de micro, esto se convirtió en una nueva estrategia para evaluar mis partidas.
Por otro lado, la ejecución mecánica está basada totalmente en la experiencia y la intuición. Mi micro no se arregló en una sola sesión, y me alegro de que ese no fuese el foco del entrenamiento, porque efectivamente es algo que se adquiere con experiencia. Sin todo lo que aprendí de macro, la fundación sobre la cual construir mi mecánica no habría sido ni la mitad de efectiva.
“No puedo ayudarte a acertar cada gancho de Thresh, pero espero poder ayudarte a tener un mejor estado mental antes de lanzar ese primer gancho,” dijo Nico.
Estas eran cosas que, aunque tuviesen valor, sabía que tendría que implementarlas a lo largo de muchas partidas, y probablemente tras varios fallos. Sin embargo, había algunas correcciones más inmediatas que Nico me recomendó para mejorar mis partidas.
Cuando me enfrento a la indecisión, o a un momento en la partida en el que debo tomar un camino u otro, puedo recalibrar mi cerebro evaluando el estado de la partida desde la perspectiva del enemigo. Es fácil seguir un mapa de prioridades y decisiones si todo va según el plan, pero, ¿qué pasa si el plan no está funcionando y estoy muy por detrás en la estrategia? Todo se rebaja a la paciencia y a escoger bien los enfrentamientos, evitando recibir poke si la composición del enemigo puede permitírselo.
Pasando a los consejos fuera del juego, evitar tiltearse, o tomar malas decisiones por culpa de la frustración, si estoy en una mala racha de tres partidas o más, necesito al menos una pausa de una hora, no solo de jugar al juego sino también de consumir contenido relacionado con el juego. Finalmente, necesito asegurarme de que mi champion pool es lo suficientemente amplio como para evitar que me baneen un comfort pick, o que todos mis campeones favoritos sean inútiles por un set de buffs o nerfs. El último consejo hacía frente a la importancia de la comodidad, y por extensión, de la confianza en uno mismo jugando en solo queue.
Personalmente, creo que ese último consejo fue lo más importante del entrenamiento. La confianza puede con todo. Aquí termina el artículo.
Dejando las bromas de lado, esto tenía mucho sentido. Como sabrán bien los fans del deporte tradicional, podría sentarme aquí y hablar poéticamente de lo importante que es el estado mental a la hora de jugar, y pensarlo realmente. Sin embargo, a veces, lo único que necesitamos es un cambio de dirección y perspectiva, otro par de ojos, o la perspectiva de alguien con más experiencia que pueda coger un concepto que conoces vagamente y convertirlo en un concepto que realmente entiendas. Si tuviera que resumir el entrenamiento en una cosa, sería eso. Solo por ese concepto, el entrenamiento valio la pena.
En retrospectiva, puedo pensar en muchos ejemplos de partidas que han terminado de forma drásticamente diferente y encontrar la correlación entre como me sentía al empezar la partida y el resultado final, o incluso como me sentía viendo la partida después.
Para terminar la sesión, Nico me entrenó en vivo durante una partida. Aquí es donde el entrenamiento realmente llegaba a su mejor momento.
Aprendí rapidamente la cantidad de cosas que Nico veía y pensaba en un momento, mientras que mi cerebro sencillamente no era capaz de ello. Esa era la diferencia en experiencia. Todo a lo que apuntaba duraba justo lo suficiente como para que lo procesase antes de que algún otro aspecto del juego tuviese que ser balanceado.
El live-coaching de una partida de League of Legends tiene sus límites, por supuesto, y no es la forma más eficiente de aprovechar el tiempo, sobre todo teniendo en cuenta la disparidad de habilidad entre el entrenador y yo. Sin embargo, Nico dijo que a razón principal por la que se incluye en la sesión es para que aprecie lo difícil y complejo que puede llegar a ser un videojuego para aquellos que están al más alto nivel.
“Así de rápido es como puede llegar a ser un juego,” me dijo una vez habíamos terminado y me dejé caer sobre la silla, respirando fuerte por las circunstancias.
Teniendo en cuenta lo sobrecogido que me sentía al intentar mantener a raya la lista sin fin de cosas que haría alguien al más alto nivel, los principios que me presentó, como la sagrada trinidad, tomaron más importancia. En el momento de pánico de la indecisión, tenía la sensación de estar ahogándome, pero a la vez tener un flotador mental sobre el cual apoyarme. No necesito pensar en 10.000 cosas. De hecho, lo más probable es que solo tenga que pensar en tres cosas.
Al cerrar el entrenamiento, Nico compartió el análisis de la sesión de coaching que le da a los jugadores que quieren llegar a Challenger o más alto – y es extremadamente extenso. Se incluye la dieta, el ejercicio, y mucho más, y en los esports, es algo que empezamos a ver más y más en equipos como MAD Lions que llegan a la cima dandole importancia al entrenamiento del jugador en todos los aspectos de su vida, sobre todo con los talentos más jóvenes.
Para mí era obvio que se tomaba su trabajo muy en serio y que tenía su total y absoluta atención durante el tiempo que pasé con él. Me sentí realmente atendido y también sentía que empezaba a tener una razón por la que entrenar más, porque no quería decepcionarle. En solo dos horas de entrenamiento, eso es todo un logro.
Nico cerró con esto: Lo que esperaba era que, como con cualquiera de sus estudiantes, podría ayudarles a establecer una base y que no tuviesen que depender de él. En su lugar, podían mandarle mensajes por Discord si necesitaban cualquier cosa – una oferta que también me hizo a mí.
Este artículo fue publicado originalmente en inglés por Dot Esports Staff el 22 de octubre de 2021.